Factura chile

Formato de factura en Chile

Dentro del plan de modernización tributaria en el país, se implementó la emisión y recepción de este tipo de documentos vía digital. Desde Emprendedores Hispanos explicamos cómo funciona la facturación electrónica en Chile y detallamos la obligatoriedad del sistema.

La historia de la facturación electrónica en Chile comienza con la promulgación de la Ley 19.799 en 2002. Al principio, la emisión de documentos electrónicos era voluntaria, pero a partir de 2014 se convirtió en una obligación para las empresas.

En el caso de las boletas electrónicas, se esperaba que fuera obligatoria a partir del 1 de septiembre de 2020. Sin embargo, el Servicio de Impuestos Internos (SII) lo postergó para el 1 de enero de 2021; esto en el caso de quienes ya emiten facturas digitales. Para los que aún no lo son, el plazo para adoptar esta medida es el 1 de marzo del próximo año.

Aunque parece un proceso complejo, no lo es, sólo debes asegurarte de cumplir con los requisitos exigidos por el SII. Una vez que el sistema acepte tu solicitud, comenzarás a disfrutar de los beneficios que incluyen mayor seguridad y transparencia en las transacciones.

Tina de Chile

El IVA funciona con un sistema de crédito-débito. El impuesto soportado por una empresa o negocio en la adquisición de bienes o servicios se denomina «crédito de IVA». El IVA cargado en los bienes y servicios vendidos a los clientes se denomina «débito de IVA». Por regla general, el vendedor o prestador de servicios está obligado a retener e ingresar el IVA. El importe del impuesto se añade a la factura; en consecuencia, el consumidor final soporta económicamente el IVA.

Excepcionalmente, cuando un vendedor o prestador de servicios no está domiciliado en Chile o cuando, por otras razones, el SII tiene dificultades para evaluar el correcto pago del IVA, la responsabilidad de retener y pagar el impuesto se transfiere al comprador o beneficiario del servicio.

El impuesto se paga cada mes deduciendo el crédito de IVA del débito de IVA. El saldo adeudado (cuando el débito es mayor que el crédito) debe pagarse dentro de los primeros 12 días del mes siguiente al que se realizó la operación.

La Ley N° 20.727 establece gradualmente el uso obligatorio de facturas electrónicas y otros documentos tributarios, como notas de crédito y débito, facturas de compra, etc. A partir del 1 de febrero de 2017, todos los contribuyentes deberán someterse a ella.

Argentina e invoicing

Los formularios comerciales que utilizan tanto los importadores como los exportadores locales son las facturas comerciales, los certificados de origen, los conocimientos de embarque, los seguros de transporte y las listas de empaque. Los permisos, certificados y documentos de aprobación especiales, como los certificados sanitarios y fitosanitarios, son necesarios para la mayoría de los productos agrícolas y, en casos especiales, para los productos industriales. Dependiendo de la naturaleza del producto, estos certificados pueden obtenerse en el Servicio de Inspección de Seguridad Alimentaria (FSIS) del USDA, el Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal (APHIS) del USDA, el Servicio de Comercialización Agrícola (AMS) del USDA y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).

Proceso de facturación en Chile e

Nota importante: Hasta 2014, la obligación de utilizar la facturación electrónica para las facturas nacionales en Chile era voluntaria. Esto significaba que se podía pasar a la facturación electrónica, pero si se hacía, había que hacerlo de una determinada manera que se gestionaba

En 2014, esto está cambiando para muchas empresas. En septiembre de 2013, el SII de Chile (autoridad tributaria) anunció que se desplegará la facturación electrónica obligatoria para las grandes empresas con la expectativa de que todas las empresas hagan la transición para el

Existen 10 tipos de documentos (más 3 extractos de informes mensuales) que se utilizan actualmente en Chile. Los formatos incluyen estructuras XML separadas para las facturas de bienes y servicios, para las facturas de exportación y consignación, y para las «facturas de compra» o la duplicación realizada por un

comprador en nombre de un vendedor individual que no puede proporcionar una factura ni electrónicamente ni en papel.    Por último, también existen versiones DTE para documentos «sin efecto IVA» que modelan escenarios fiscales exentos de IVA (como cuando se vende